Qué son las dianas terapéuticas y por qué son tan importantes para el diagnóstico

Podemos definir las dianas u objetivos terapéuticos como aquellos procesos y mecanismos sobre los que debe actuar un tratamiento para conseguir no solo la reversión de una enfermedad o un síntoma, sino también la prevención en cuanto a su desencadenamiento o en cuanto a su perpetuación con el consiguiente riesgo de cronificación.

Aunque este tipo de mecanismos se han relacionado más con los tratamientos farmacológicos, en realidad cualquier tratamiento debería dirigirse a actuar con precisión sobre el o los procesos clave implicados en la patología o lesión, como sucede, por ejemplo, con la selección de un antibiótico específico en una infección bacteriana.

Aunque se habla en general de dolor, existen distintos tipos de dolor dependiendo del mecanismo que los produzca, por lo que su tratamiento también debe ir dirigido hacia dianas terapéuticas específicas implicadas en cada tipología de dolor. De ahí la importancia de diagnosticar en el dolor crónico tanto los mecanismos que lo provocan, como los que lo desencadenan o lo perpetúan determinando otras alteraciones secundarias (físicas y psicológicas) que también se implican en el cuadro doloroso crónico.

Las dianas terapéuticas difieren dependiendo de la temporalidad del dolor (agudo o crónico) y de su tipología (por ejemplo, de tipo inflamatorio o neuropático). La actuación selectiva y progresiva durante la evolución del dolor sobre mecanismos neurológicos sensitivos, motores o neurovegetativos, y sobre procesos mecánicos musculares, tendinosos o articulares son imprescindibles para revertir de forma estable y completa el proceso doloroso.

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